" Me permití conocer el lugar a través de las personas, de lo que le dicen a un extraño que pregunta por cosas olvidadas, de lo que escriben en la internet tratando de dejar una huella escrita de su lugar. Me permití no realizar un juicio personal con lo que me contaba el lugar, en este caso las muchas casas vacías de la ciudad, sino que el juicio ya estaba hecho por sus habitantes... y mi labor fue simplemente darles las herramientas de reunión para que viéramos y habláramos por un momento de él, el lugar, el lugar vacío, los que le ven de afuera, las razones y las sinrazones. Finalmente fui un escritorio, fui para ellos y para la ciudad, un "lugar" de paso, un lugar de reunión."
La Calle Serrano es una calle con una historia de esperas y cambios adversos. Fue la primera calle en formarse tras la instalación de la ciudad y hace algunos años se produjo una explosión en uno de sus edificios lo que la llevo a ella como espacio de tránsito y a sus habitantes como establecimientos a un detrimento y abandono del que solo existen historias, recuerdos y edificios vacíos.
El Miércoles 25 de Noviembre de 2009 se realizó una comida y una proyección en la Calle Serrano con el Pasaje Cienfuego en la ciudad de Valparaíso, Chile.
La comida sucedió en la calle, en la acera de la calle Serrano y con iluminación pública (la mesa estaba ubicada al lado de una lámpara de luz pública); la mesa, el mantel rojo y la energía para la proyección fueron prestadas.
La comida fue patacón con guacamole y hogao (comida que se come usualmente en Colombia) con jugo de manzana. Los platos eran comestibles, hechos de galleta para helados y los vasos eran manzanas huecas con el jugo en su interior.A un costado de la mesa se encontraba el
computador (prestado), el video-beam (prestado) y una tabla digitalizadora o mouse pen (prestado).
La mesa se ubicaba frente a dos edificios abandonados. Dos de tantos edificios que se encuentran abandonados en la ciudad.
Fueron convocadas las personas que tuvieron algún vinculo conmigo en el proceso de investigación y de observación de la ciudad. Entre ellas la dueña de un centro de llamados de la calle Serrano, el operario de un ascensor de la ciudad, una artesana, un arquitecto, las directoras de “Crac”,, etc. Pero así mismo, al ser un espacio público se permitió el vínculo con las personas que transitaban la calle o que de alguna manera le habitaban, como fue el caso de un grupo de cristianos (ejercito de Dios), un limosnero de la misma calle, un hombre q
ue frecuentaba un bar,
familias...
Las personas se permitieron comer en este grupo tan heterogéneo y compartieron con los presentes lo que tenían por decir respecto a situaciones de sus vidas, a situaciones de su ciudad o aspectos de su propia vida privada.
Algunos escribieron en la proyección que apuntaba a uno de los edificios abandonados de la calle. Sus marcas, aunque virtuales y perecederas fueron personales, nostálgicas y con un cierto deseo de jugar. Mas lo importante de estas herramientas de dialogo que se presentaron en este día era el intercambio entre los mismos asistentes de sus opiniones frente a la situación de la ciudad, así esas marcas develaran en cierto modo la ingenuidad que tenemos como ciudadanos, como habitantes.
A las 10:30 terminó la actividad y la calle quedó sola de nuevo, el edificio quedó sin una marca física de esta acción. Lo único que ahora espero es que la marca haya quedado en las personas.
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